Pidiendo audiencia...

*Entro en la sala y miro a mi alrededor... Mi señora aún no había llegado. Tenía ya demasiadas ganas de verla, y de que me diera ordenes de nuevo. Esperé con impaciencia.*

*aparezco entre las sombras tras una columna.*
- lorcan... -susurro con voz melódica.

*Me doy la vuelta. ahí estaba Azazel. inclino la cabeza con sumisión.*
- Mi señora...

*Le hago un gesto indicando que se ponga derecho.*
- Querido Lorcan, cuanto tiempo... Ya pensaba que no volverías nunca de la misión que te encargué.

*Alzo la cabeza y la miro.*
- nunca te fallaría mi señora. Aqui esta lo que me pedisteis.
*Mi bufanda resplandece. Meto mi mano entre la sedosa tela y saco una perfecta bola de cristal que refulge como la luz de la mañana.*

*Cojo la bola con sumo cuidado, y me siento en mi trono.*
- Ah... asi que esta es la bola del gran adivino Kiltias...

- Así es mi señora... nos traerá la victoria, ya lo veréis.

- Llevo mucho tiempo estudiando el arte de la adivinación y nunca había soñado con nada semejante. -le lanzo una sonrisa malefica. - Buen trabajo, Lorcan.

*Sonrio de la misma forma.*
- Lo que sea por vos, y por nuestra victoria en esta guerra.

- Ahora esos estúpidos angeles no podrán hacer nada para remediar lo que se les viene encima. Con esto y con mi nuevo invento sembraremos el terror en el reino de los cielos.

- Va a romper el pacto de la Rosa, mi señora?

- Yo? No. Lo he visto en el futuro... será otro quien desencadene la catástrofe.

- Puedo saber quien?

*Muestro una media sonrisa.*
- El futuro aun esta borroso -miento por lo bajo.- Podría ser cualquiera...

- Comprendo. - entonces recuerdo algo que dijo antes.- Por cierto, mi reina, a que invento os referíais antes?

- Aún es solo un prototipo, asi que no prometo nada. pero si consigo crear lo que tengo en mente, la confusión será total.

*la miro extrañado.*
- Una máquina sembrará el caos en el Cielo?

- No será solo una máquina... -digo por lo bajo, y luego rio maleficamente.

*Suspiro. Me encata su risa.*
- Aun asi, mi señora, es mi deber preveniros... Lúmina estará atenta a cualquier movimiento que hagáis. -digo. Luego añado con sinceridad.- Tened cuidado.

- Bobadas, además ahí estará precisamente la gracia. -le hago un gesto para que se acerque.

*Me acerco con soltura y aproximo mi oido a su boca.*

*Coloco con cuidado mi mano para que nadie más lo oiga y le susurri algo al oido.*

((MP ))

*Abro mucho los ojos y la miro atónito.*

*Asiento con la cabeza.*
- Y tu serás el encargado de hacer que todo salga bien.

- Es un gran honor y un privilegio, mi reina.