-Visitas...-

Bueno, pues yo querría poner un "fanfic" de mi personaje, o su historia. Aparte de rolear y tal, mi personaje visita a cierta persona... y bueno, necesito ponerlo para que no haya despistes ni nada.
No sé donde ponerlo, asi que lo pongo aqui... si ésto tiene otro sitio, siento las molestias Y si pudiera ser, que me moviérais el tema donde le corresponda.


Visita I


Me habían mandado a llamar. Justamente no sabía porqué aquel hombre quería verme ahora, no había hecho nada "malo", ni tampoco me había metido en un lio...
O eso creía.
Doblé la esquina del pasillo que estaba cruzando, y en el fondo vi a una sombra encapuchada, muy alto y con alas negras y demoníacas.
No podía ser otro que él.
Me acerqué con cautela, y me incliné ante él con profundo respeto.
-Hola padre. -Dije con un tono indiferente.
El demonio que tenía enfrente no hizo nada. Sólo aleteóun poco sus alas. El ambiente estaba algo cargado y me ahogaba un poco. Su esencia y su poder tenían demasiada presión, y como hacía tiempo que no le veía, no estaba acostumbrado.
-Ixel, veo que te van las cosas demasiado tranquilas... -Su voz tenía un tono amenazador.
No me atrevía a mirarlo a los ojos. Tragué saliba.
-Señor, que sea un vampiro y beba sangre humana, no incluye que se me de bien hacer el mal... yo no tengo la intuición de un demonio.
De pronto, sentí como la oscuridad que emanaba de él crecía, y se hacía más densa. Sentí de pronto un miedo irracional, y un respeto infinito.
No, él no era un Dios, y tampoco pera el demonio más poderoso. Pero era mi padre, o el único qser que había actuado como tal. El único que me había acogido y me había dado cobijo, y también me dio un empleo.
Guardían.
En el fondo sabía que él no podía tenerme un cariño especial, sabía que tramaba algo... pero no me quedaba otra.
-A ver, Ixel, no vas a ser Guardián y estar haciendo el tonto. Ahora mismo tengo que decirte un par de cosas.
Alzo la cabeza, y me quedo mirando los ojos rojos de mi señor.
-¿Qué cosas?
-¿Recuerdas que te echaron de tu sitio? ¿Que los vampiros no te querían?
Eso había sido un golpe bajo.
Asentí.
-Pues bien. No te echaron por tonterías... por tus venas corre sangre angelical.
Me quedé pálido.
"Y... y lo dice tan pancho..."
-P-pero... yo... no...
-Cállate. - Me callé de pronto. -Tú no eres un vampiro cualquiera. No eres una criatura oscura cualquiera. Posees en el fondo una luz. Una luz que jamás debe salir a flote. Tienes que dominarla, controlarla, y aprender que tiene que predominar siempre el mal en tu corazón.
Me levanté. Clavé mi ojo en los de él, con frialdad.
-Tranquilo, padre.
Me di media vuelta para irme. No quería saber mucho más.
Pero su voz me retuvo.
-Antes de irte... He descubierto algo. No estás sólo chico... tienes una hermana.
Me giré.
-¿Una hermana? ¿Vampiresa o...?
No seguí, mi padre ya sehabía ido.
Me mordí el labio inferior. Demasiada información...
Volvería. Estoy seguro de que las cosas no iban a quedarse así.











Siguiente trozo próximamente =).

Visita II


No tenía por qué ir allí, no había sido llamado, pero creo que las noticias que me dio la otra vez debía de explicármelas, porque era demasiada información.
Me acerqué al lugar donde siémpre me citaba. Me arrodillé y empecé a susurrar unas palabras.
De pronto, el aura oscura de mi padre me embriagó.
-¿Qué quieres, Ixel?
Alcé la cabeza.
-Padre, decidme quién es mi hermana.
Una risa gutural salió por su boca.
-¿Para qué queréis saberlo?
Entrecerré los ojos. Los motivos eran diversos, pero sobretodo era por pura curiosidad. Tenía una hermana ahí fuera, haciendo dios sabe qué. Aparte, ni siquiera sabía qué raza es.
-Para... encontrarla.
Volvió a reirse.
-¿Sabes acaso qué raza es?
Desvié la mirada.
-... ¿Vampiresa?
Algo removió el ambiente. El aura oscura se había estremecido.
-Es un ángel.
Me quedé de piendra.
No podía ser...
-¿Un ángel? ... ¿Con sangre vampiresa?
Algo me acarició, pero no supe qué fue. Mi padre alzó la mano para que me levantara.
Lo hice.
-Ella es tu hermanastra, como puedes observar... y no. Ella no es la que tiene mezcla de razas. Ella es un ángel puro. Tú no eres un vampiro completo.
Sacudí la cabeza.
Sentí que el aura de mi padre se desvanecía para marcharse.
-Ah, y otra cosa... Cuando la veas, puedes hablar con ella, jugar con ella... pero luego mátala.
Desapareció.
Caí de bruces al suelo.
-No...







Trozo III Próximamente .o.!

El trozo es corto porque lo he repetido TRES veces T_T!!...

Con lo bien que me quedó la primera vez -.-...

Visita III


Maldita sea.
No podía nte ame que me estuviera pasando esto... precisamente a mí. ¿Qué hice en la otra vida? Bueno, y en esta, que he de admitir que no soy precisamente un santo.
Aparecí en el mismo punto de quedada de siempre. y conjuré a mi padre una vez más.
Apareció más rápido de lo que esperaba.
-¿Qué quieres, hijo?
Enarco una ceja.
-¿Desde cuándo me llamas hijo, padre?
Él soltó una risa gutural.
-Si no quieres que te llame hijo, llámame por mi nombre. Ulrix.
Suspiré. Hice una leve reverencia y le miré a los ojos.
-Ulrix. Acepto que esté en alianza con Azazel, acepto que tenga que hacer equipo con Korinne... pero lo que no puedo aceptar es... -Me mordí el labio inferior, un tanto nervioso. -Lo que no puedo aceptar es, simplemente, que tenga que hacerlo todo... Ya no tengo tiempo para hacer lo que se me antoje como antes, cuando era un mero guardían.
Mi padre sacudió la cabeza.
-Ya no eres un niño, Ixel. Primero las obligaciones y luego las devociones.
Suspiré.
-Sí, ya... bueno. -Alzo la mirada. -Ulrix... tengo que decirte una cosa.
Se acercó un paso a mí, amenazante, pero no me dejé intimidar.
-No quiero matar a Cáelim.
Empezó a reirse de mí.
-¿Tu hermana? ¿Por qué?
Me levanté y sonreí con malicia.
-Piénselo, mi misión es infiltrarme en el mundo de los ángeles, y estar con ellos para poder sabotear los planes de Lúmina... así que necesito tener amistades en esos sitios.
-¿Qué quieres decir? -Preguntó intrigado.
-Quiero decir... que si algo sale mal, tendré a alguien de referencia, y podría sernos útil.
Volvió a soltar una risa gutural, ésta vez más animado.
-Está bien... no la mates, pero si veo que no nos es útil...
-No habrá piedad. -Sonreí levemente. -Lo sé, Ulrix. Siento haberte causado molestias.
Sacudió su capucha levemente.
-Que la oscuridad de Azazel te proteja, hijo.
-Que la luz no te envuelva, padre. -Desaparecí de allí.








Ya era hora de actualizar esto .__.

Pues nada, aquí está =)

Hasta pronto!