Contemplé el hermoso castillo con los ojos abiertos como platos. Era realmente hermoso, a pesar de tanta luminosidad... o precisamente gracias a ella, era tan bonito.
Miré a mis pies. Ahí estaba Korinne.
-Bueno, creo que ya debo de ponerme "modo ángel". -Dije apretando la esfera que me convertía en ángel a ojos de la gente.