Comienza la aventura

Agarro la daga por la hoja.
-¿Y? -Aparto mi mano de ella, y sangro un poco. -Eso es poca cosa. -Me lamo la mano.

-Y...y....nadie va a hacerme cambiar de parecer ¿lo entiendes? *digo mientras me salian algunas lagrimas*

Me la quedo mirando.
-Ya veo... entonces vete a la muerte. -La agarro por el hombro y señalo al frente. -Por ahí está.

-¡Ni me rozes! *digo agitando los brazos freneticamente, poco despues voy a pasos pesados y alargados en un mal intento de mostrarme valiente*

*Al oir eso me caigo de frente dandome de frente contra el suelo, me levanto y lo primero que hago es colocarme una tirita en la frente y luego cojo nuevamente el mapa y lo miro*

-Regla numero 8 del aventurero: no confies de cualquiera *susurro mientras miro el mapa*

-Para mi eres cualquiera *digo alejandome a pasos cortos y mirandole con desconfianza*

La abrazo por detrás, riendo.
-¡¡Jooo!! Pero no te vayaaaas.

*Pego un chillido e intento salir corriendo, hasta que me doy cuenta que el aun seguia abrazandome*

La abrazo con más fuerza.
-No te vaaaas (

*empiezo a llorar a cantaros mientras pataleaba con ganas para ver si me soltaba*

Empiezo a retroceder con ella en brazos.
-La rosa está por ahi.

-¿como se que esta vez no me engañas? *digo mientras sigo pataleando*

-Eso es lo que mas miedo me da *digo ya sin oponer resistencia al ver que era inutil*

Empiezo a reir.
-Ya veo... -La suelto.

*me incorporo y sigo por el camino por el que el me estaba llevando*

-No es por ofender....¡Pero parecia que me estabas secuestrando!

-No ofendes. -Sonrio.

*sigo adelante y me paro en seco, luego me giro y le miro*

-....¿tu que haras? ¿rondas por aqui?

-ok....vamos entonces *digo poniendome en marcha*

Me pongo junto a ella, un tanto extrañado.
-Vale, pero... ¿No me vas a preguntar quién soy?

-Se que te llamas Angelo y que te da igual cortarte la mano ya que se te cura enseguida *digo sonriendo*

Enarco una ceja.
-No se me ha curado aún. -Empiezo a reir. -Tengo que beber sangre.